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lunes, 12 de febrero de 2007

Te recuerdo

Recuerdo tus cejas pobladas teñidas de blanco por el paso del tiempo; como las miraba divertida moverse al compás de tus exposiciones.
Recuerdo tu mirada de color castaña penetrante y segura, con la luz propia que otorga la emoción cuando se realiza lo que a uno hace sentir tan cómodo, tan bien.
Recuerdo tu voz firme; como se enronquecía con el transcurrir de los minutos en tus explicaciones siempre inteligentes y muchas veces emotivas.
Te recuerdo pese a los esfuerzos del olvido por arrancarte de mi cabeza porque tu sabiduría sigue siendo la luz que ilumina mi camino. Y así ha de ser siempre.

jueves, 1 de febrero de 2007

El carácter activo y constructivo de la memoria

Estoy convencida que la mayoría de vosotros os convencísteis de que la memoria se reduce a la capacidad de almacenar, codificar y recuperar información. Esta percepción conceptual de la memoria, no obstante, gira en torno a tres características:
  1. Se trata de una capacidad de carácter individual, es decir, se encuentra en el interior de las personas y, por tanto, es de carácter esencial (natural) e intrínseco al individuo.
  2. La función de la memoria es el almacenaje y la posterior recuperación de la información.
  3. La finalidad última de la memoria es recoger nueva información o perfeccionar la que se posee.
Desde este punto de vista, la memoria se especifica en una serie de procesos y estructuras mentales que permiten explicar como cada individuo almacena, codifica y recupera informaciones; incluso, la memoria colectiva se analiza desde los recuerdos individuales. Según este posicionamiento, la memoria de los acontecimientos se convierte en un almacenaje pasivo con la finalidad de preservar el pasado (para ello se escribe la historia). En este sentido, cabría pensar que todos los individuos debieran recordar los acontecimientos de la manera más similar posible, dado que el recuerdo hace referencia a unos acontecimientos “tal cual” se recuerdan, dado que la memoria interviene de forma pasiva, no-constructiva, sobre la realidad; sin embargo, no es así. La psicología de la memoria, en nuestra opinión, subyace en una paradoja: si la memoria es un almacén pasivo y fidedigno del pasado, ¿cómo es posible que las memorias de los individuos diverjan de tal forma (tomando como referencias determinados temas de actualidad)?
Un segundo dilema que se plantea es el que hace referencia a la (des)contextualización de la memoria: si bien la memoria es considerada por la psicología de la memoria como una capacidad individual, ¿cómo se explica la concreción de una percepción común a una mayoría que se establece como la percepción?

A partir de los dos dilemas planteados anteriormente son muchas las cuestiones que se abren ante la percepción de la memoria. Ciertamente, la memoria no puede comprenderse si no se sumerge en un contexto histórico que la defina.
Si entendemos el discurso como el conjunto de prácticas lingüísticas que producen y reproducen los significados compartidos sobre las diferentes creaciones que circulan en una sociedad y que sirven para el mantenimiento y el establecimiento de relaciones sociales, observamos que en la práctica diferentes versiones (discursos) intentan explicar los hecho del pasado, dotando de significado, es decir, interpretándolo y resignificándolo, en base a las necesidades del presente. No obstante, cada uno de estos discursos guarda sentido en tanto que se dan en un marco contextualizado, determinado por una serie de prácticas sociales derivadas de las relaciones entre las personas que conforman una sociedad. La memoria, por tanto, se convierte en un
que contextualizado y consensuado en el sino de una sociedad y, por tanto, no pertenece a la subjetividad individual, sino que pertenece al espacio que hay entre las personas (intersubjetividad) desde el que (re)construimos el pasado en beneficio de un presente.

En definitiva, la memoria no es una capacidad limitada al almacenaje y recuperación de la información, cuya finalidad es la conservación del pasado, sino que la memoria se caracteriza por su carácter activo y constructivo del pasado, en función de un contexto y de unas prácticas sociales determinadas en el sino de las intersubjetividades de las relaciones. De aquí se generan discursos a la memoria de los acontecimientos, prevaleciendo aquel discurso cuya retórica es más efectiva.

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Recomendaciones relacionadas con el tema:

- Orwell, G. "1984" (libro de c. ficción).
- V de Vendetta (película).