Caigo vertiginosamente, me precipito hacia la acera. El final es eminente y los segundos pasan lentos. El viento deforma mi cuerpo, la fuerza de la gravedad me atrae con una fuerza inusitada. Miro hacia arriba, mis hermanas también caen, con sus cuerpos panzudos, detrás de mí. El sol se ha ocultado definitivamente detrás de las densas nubes. Vuelvo a mirar el suelo, la caída parece una eternidad. Me imagino impactando en aquel charco grande, mi cuerpo se desvanecerá en el agua. ¿Quién me recordará?
¿Quién recordará esta gota que esta tarde cayó en Santa Coloma? ¿Quién recordará sus gotas hermanas que cayeron con ella? ¿En cuál de todos los charcos quedarán sus esencias?
¿Quién recordará esta gota que esta tarde cayó en Santa Coloma? ¿Quién recordará sus gotas hermanas que cayeron con ella? ¿En cuál de todos los charcos quedarán sus esencias?