Me han destrozado la vida. He perdido un ojo y jamás podré recuperarlo. Me pregunto si también me habrán robado la sonrisa, la alegría con la que hacía frente mi día a día. ¿Podré olvidar esta terrible pesadilla? Me han destrozado por completo la vida cuando sólo quería celebrar la victoria de mi equipo. No quería problemas, no quería fastidiarle a nadie. Sólo quería compartir un amor con todos los seguidores del Barça.
Estaba exaltado, lo recuerdo. Me sentía pletórico, lleno de vida. Sentía que todo era grande y quería celebrarlo. Celebrar la vida, celebrar la victoria con alguna de las personas que más quiero. De repente todo se volvió oscuro y mezquino. No acabo de comprender porqué los buenos reciben los palos de los malos. Yo no hice nada.
Me sentí como ratón en una ratonera. ¿Por qué no nos dejaban salir de allí? Sólo quería irme, no quería mancharme con la estupidez de los alborotadores. De repente, el caos quedó en silencio y un dolor agudo me hizo preso. Caí al suelo y es aquí donde mi memoria se pierde en imágenes confusas. Notaba mucha sangre en mi mano, corriendo por mi cara. Estaba tendido en el suelo. Apenas lo recuerdo. Sentía miedo, sentía angustia, sentía dolor.
Una voz conocida me socorría, unas manos me cogían y me resguardaban. El caos volvía a mis oídos. Los mossos pasaban pero no me auxiliaban. Todo sucedía demasiado rápido para comprenderlo.
Horas más tarde desperté en un hospital. Me informaban que había perdido un ojo...
Me han destrozado la vida. Hoy no puedo sonreír... ¿podré hacerlo mañana? Quiero poder volver a sonreír...
Estaba exaltado, lo recuerdo. Me sentía pletórico, lleno de vida. Sentía que todo era grande y quería celebrarlo. Celebrar la vida, celebrar la victoria con alguna de las personas que más quiero. De repente todo se volvió oscuro y mezquino. No acabo de comprender porqué los buenos reciben los palos de los malos. Yo no hice nada.
Me sentí como ratón en una ratonera. ¿Por qué no nos dejaban salir de allí? Sólo quería irme, no quería mancharme con la estupidez de los alborotadores. De repente, el caos quedó en silencio y un dolor agudo me hizo preso. Caí al suelo y es aquí donde mi memoria se pierde en imágenes confusas. Notaba mucha sangre en mi mano, corriendo por mi cara. Estaba tendido en el suelo. Apenas lo recuerdo. Sentía miedo, sentía angustia, sentía dolor.
Una voz conocida me socorría, unas manos me cogían y me resguardaban. El caos volvía a mis oídos. Los mossos pasaban pero no me auxiliaban. Todo sucedía demasiado rápido para comprenderlo.
Horas más tarde desperté en un hospital. Me informaban que había perdido un ojo...
Me han destrozado la vida. Hoy no puedo sonreír... ¿podré hacerlo mañana? Quiero poder volver a sonreír...