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sábado, 8 de octubre de 2005

Tripartito nuestro que estás en los cielos...

La sangre corre por todos los ríos, secos del manantial de la vida.
El sufrimiento se extiende por todos los bosques, antaño verdes, recubiertos de una gelatinosa capa de muerte.
Las olas de un mar furioso se levantan abatidas por vientos de amargura.
Los condores gritan sonidos de una guerra demasiado cercana para escapar de ella.
Los edificios ya se encrespan en sus cimientos ante el estallido de las bombas pétreas que han de dar fin al estado actual de las cosas.

Y tiemblo, y lloro...

¿Una lucha por la libertad o una lucha por la tozudería?
En cualquiera de los casos, una lucha, y fallecimientos por una causa noble que quiso imponerse en un mundo disgregado, independiente y deshumanizado.

Cierro este pensamiento de un sueño providencial, con la incerteza de que en este siglo una guerra civil de este calibre no tendría ningún sentido. No obstante, me reservo el derecho de orar a Nuestro Señor Tripartito-catalán que cuide de nosotros, para variar en sus tareas domésticas diarias, y que no nos lleve a un fin sin vuelta.

...¡Corred insensatos!...

miércoles, 5 de octubre de 2005

Carmen Avedaño, madres contra la droga

Fuerte, clara y generosa. Esta mujer, con nueve madres más, testigos de cómo la heroína o la cocaína deterioraban la vida de sus hijos, crearon un movimiento, Érguete, que metió en la cárcel a los grandes capos del narcotráfico y convenció a la sociedad de que ese problema era de todos. De esta asociación nació la mayoría de las 33 que forman la Federación de Ayuda al Drogodependiente y que lucha contra el narcotráfico. Están en Galicia dispuestas a ayudar a todo el que lo necesite, venga de donde venga -"ustedes, en Catalunya, están todavía en pañales"-. Atienden a más de 5.000 personas en proceso de desintoxicación. Cuentan con talleres ocupacionales, pisos de acogida, asistencia en juzgados y comisarías.
Tel. 986-252-580 / 986-253-176
"Para salir de las drogas hay que dejarse ayudar"
Tengo 63 años. Nací en Vigo y vivo en Cangas de Morrazo. Estoy casada y tengo 5 hijos, dos de ellos politoxicómanos, de 38 y 35 años. Soy de izquierdas y creo en un más allá, pero no en la Iglesia. Presido la Federación Gallega de Ayuda al Drogodependiente y la Fundación Érguete. El director Gerardo Herrero cuenta mi vida en Heroína.
¿Cuándo se topó con la droga?
Cuando, en el año 1981, el segundo de mis cinco hijos me dijo con 15 años que estaba enganchado a la heroína. No supe qué hacer porque no había ningún tipo de recursos. Ocho años después se enganchó el cuarto, con 18 años; y eso fue peor todavía.
¿Por qué?
Él sabía todo el sufrimiento que estaba pasando su hermano y cómo había destrozado a la familia, así que fui mucho menos condescendiente con él. Cuando cayó el mayor acabé ingresada en un hospital con un derrame cerebral. El neurólogo percibió lo caótico de mi estado y me pidió que le contara.
¿Y se lo contó?
Sí, fue la primera persona a la que me confesé. "Sé de lo que estás hablando - me dijo-. Amí seme acaba de morir un hermano a causa de la heroína". Me ayudó muchísimo. Empecé a contactar con profesionales y con otras madres con el mismo problema. Poco a poco creamos una red asistencial.
Hábleme de su experiencia personal.
Fue muy dramático. Un problema como ése destruye a todo el que está cerca. Los mínimos detalles de la vida diaria se trastocan, empiezan a sucederse los pequeños robos y a la vez el afectado se siente acorralado y reacciona con violencia. Lo peor es que no sabes cómo quitarle el arma de las manos.
¿Cómo reaccionó el resto de la familia?
Su padre no podía entenderlo y se avergonzaba, como sus hermanos, pero era un secreto a voces. Yo intentaba dialogar con mi hijo y me desesperaba: cuando una persona está metida en las drogas no escucha, y comete errores de los que le creías incapaz.
¿Delinquió?
Sí, robó bancos siendo su padre empleado de banca. Así comienzan sus entradas y salidas de la cárcel. En su desesperación te echa a ti la culpa de su situación.
Ha sido usted muy valiente.
Cuando creamos Érguete (1985) para luchar contra las drogas y denunciar a sus mafiosos dimos una rueda de prensa. Entre el público había familias afectadas, policías y narcotraficantes: los triunfadores, los mecenas de la sociedad, los señoritos. Presentamos un informe en el que dábamos nombres de colaboradores de la policía condenados por narcotráfico y a los que no detenían; contrabandistas, policías corruptos, jueces, y 38 bares en los que se vendía heroína.
¿La amenazaron?
Muchas veces: me llamaban por teléfono y me decían que iban a pegarme un tiro. Yo no hacía caso, pero una de las veces me amenazaron con matar a mis hijos. Yo acababa de llegar de dar una conferencia en el País Vasco y le dije: "Si a alguien de mi familia le pasa algo, zutano, mengano, etcétera, van a aparecer con un tiro en la cabeza porque tengo un comando de ETA dispuesto a hacerlo".
Lanzó un buen órdago.
Fíjese cómo es la vida, quince días después mataron de un tiro en la cabeza a uno de los que yo había nombrado y nadie supo quién lo hizo. Una compañera, Fina, que tenía a los tres hijos enganchados y que murió de un infarto con 52 años, decía: "¡Qué coño vamos a tenerles miedo, si lo peor es que nos maten a nuestros hijos y ya casi están muertos!", y es verdad.
¿Qué fue de los hijos de Fina?
El mayor murió, el segundo está en prisión loco perdido y el tercero ha logrado desengancharse..., se puede conseguir.
Han conseguido ustedes cambiar leyes y crear asistencia para los drogodependientes.
Ya ve, un puñado de madres desesperadas. Logramos que se embargaran los bienes de los narcotraficantes y que ese dinero se invirtiera en prevención y en medios policiales, porque la diferencia de medios entre los narcos y la policía era de chiste.
¿Cómo se enteró del engache del segundo?
Le cambió el carácter, perdió el trabajo y acabé registrándole los bolsillos. Ése nunca se pinchó, lo suyo era la cocaína y la heroína fumada. Me costó aceptarlo, pensé que era mi imaginación. Ahora los detecto rápido.
¿Cómo?
El brillo de los ojos, la pupila dilatada, el nerviosismo. Los cocainómanos toman gran cantidad de alcohol y luego porros para bajar el efecto de la coca, son politoxicómanos.
¿Qué hace falta para curarse?
Querer. El problema de la cocaína es que parece que no enganche. La droga te despreocupa, en el momento en que estás colocado eres feliz y cada vez es más difícil salir de ahí, así que permítame un mensaje.
Adelante.
Que las familias y la gente que sufre este problema sepan que hoy hay recursos, que lo aborden, que pidan ayuda porque se trata de un problema social muy generalizado.
¿Qué les hace abandonar las drogas?
Una ilusión: un amor, su hijo..., pero no todos tienen fuerza de voluntad, sufren, lo pasan muy mal, hay que pedir ayuda.
España es el país que más drogas consume de Europa.
El consumo de cocaína es más elevado aquí que en Norteamérica. Es una droga que no se asocia a algo dañino: te estimula, te permite trabajar, salir toda la noche, beber..., se idealizó y fue interesadamente, porque se gana mucho dinero con ella. Pero cuando estás en el tema empiezas a ver la realidad: gente con problemas mentales graves, con esquizofrenias, embolias...
¿Cómo es hoy el narcotráfico?
Hoy existen unos clanes internacionalizados muy peligrosos, la cocaína sigue entrando sin problemas. En Galicia la sociedad está alerta, ha reaccionado, pero ustedes todavía no lo han hecho.

martes, 4 de octubre de 2005

Griterío Nacional

Griterío nacional
LO QUE MÁS me inquieta es la posible división de la sociedad catalana por el Estatut
LLUÍS FOIX - 04/10/2005 - La Vanguardia
Empieza el griterío nacional sobre las espaldas del Estatut aprobado en Catalunya y que marcha a Madrid con una gloria incierta. El debate suscita reacciones épicas, catastróficas, trascendentales.
Es una propuesta, sólo una propuesta, y personalidades como el jefe del Estado Mayor de la Defensa se creen en la obligación de pronunciarse sobre la inviolable unidad de España a la vista de la ratificación del texto por más del 80 por ciento de las fuerzas catalanas.
No ha pasado nada y parece que hayamos retrocedido cinco siglos. El pasado nos persigue, nos perturba y nos condiciona. Pero ahí está y a todos nos nubla.
Veo el ruido nacional prolongarse durante meses. Seguramente hasta las vísperas de las próximas elecciones generales en las que el Estatut de Catalunya puede convertirse en el argumento epidérmico pero eficaz para desbancar a los socialistas del poder por haberlo propiciado.
Me temo que Zapatero no ha calculado bien el alcance de su talante en cuestiones que mueven pasiones de todos lados y en todas direcciones.
Volvemos a tener sobre la mesa el problema catalán que tantas palabras y tanta tinta derramó desde que Valentí Almirall trazó las primeras líneas de lo que sería el catalanismo político, seguido por Prat de la Riba, Francesc Cambó, Francesc Macià, Lluís Companys, Jordi Pujol y ahora Pasqual Maragall de la mano de Carod-Rovira y Artur Mas. Personajes de izquierdas y de derechas, nacionalistas declarados y gentes pragmáticas y lúcidas de todas las generaciones y tendencias. En todo este proceso ahora resucitado se han cometido muchos errores, aquí y allí. Quizás por eso el encaje definitivo de Catalunya en España se someta nuevamente a las trifulcas políticas que tienen más de partidarias que de patrióticas en el sentido más amplio del término.
Los dos estatutos que salieron de Catalunya, el de 1932 y el de 1979, efectuaron el viaje a Madrid para volver severamente lesionados por no decir desfigurados. El president Macià decía que "aquest Estatut, tot i no sent el que demanavem, ens dona forces". El Estatut del 30 de septiembre del 2005 no ha salido todavía pero ya se ve amenazado por los negros nubarrones de la pasión emocional, que no de la racionalidad política.
Que hay aspectos anticonstitucionales ya lo advirtió el Consell Consultiu. Y no todas las correcciones se han hecho de acuerdo a derecho, sino teniendo en cuenta la táctica política, legítima por supuesto, de los principales implicados en su redacción y aprobación.
Sospecho que la aprobación del viernes llegó después de que el presidente Zapatero diera su visto bueno en conversaciones y entrevistas con Maragall y Mas. Hay que reconocer que Artur Mas ha jugado las cartas con inteligencia. Hasta ahora por lo menos.
Cuantos retoques se produzcan en el Congreso de los Diputados serán cuchilladas que Mas y sus muchachos clavarán en la espalda de Maragall y muy especialmente en la de los socialistas catalanes que acabarán siendo los culpables de los retoques que en cualquier caso se habrían producido.
Habrá que mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por el ruido nacional que cada vez será más grotesco. Pero las declaraciones de Carod-Rovira el mismo día en que se aprueba el Estatut diciendo que sólo se trata de un paso intermedio hacia la independencia de Catalunya, ciertamente no ayudan al entendimiento.
Sería un error histórico que Catalunya quisiera construir su futuro de espaldas a España. Y España no puede permitirse chocar frontalmente con Catalunya. No lo entenderían en Europa ni tampoco lo aceptaría la mayoría de los catalanes y los españoles. Lo que más me inquieta es la posible división de la sociedad catalana.