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martes, 4 de octubre de 2005

Griterío Nacional

Griterío nacional
LO QUE MÁS me inquieta es la posible división de la sociedad catalana por el Estatut
LLUÍS FOIX - 04/10/2005 - La Vanguardia
Empieza el griterío nacional sobre las espaldas del Estatut aprobado en Catalunya y que marcha a Madrid con una gloria incierta. El debate suscita reacciones épicas, catastróficas, trascendentales.
Es una propuesta, sólo una propuesta, y personalidades como el jefe del Estado Mayor de la Defensa se creen en la obligación de pronunciarse sobre la inviolable unidad de España a la vista de la ratificación del texto por más del 80 por ciento de las fuerzas catalanas.
No ha pasado nada y parece que hayamos retrocedido cinco siglos. El pasado nos persigue, nos perturba y nos condiciona. Pero ahí está y a todos nos nubla.
Veo el ruido nacional prolongarse durante meses. Seguramente hasta las vísperas de las próximas elecciones generales en las que el Estatut de Catalunya puede convertirse en el argumento epidérmico pero eficaz para desbancar a los socialistas del poder por haberlo propiciado.
Me temo que Zapatero no ha calculado bien el alcance de su talante en cuestiones que mueven pasiones de todos lados y en todas direcciones.
Volvemos a tener sobre la mesa el problema catalán que tantas palabras y tanta tinta derramó desde que Valentí Almirall trazó las primeras líneas de lo que sería el catalanismo político, seguido por Prat de la Riba, Francesc Cambó, Francesc Macià, Lluís Companys, Jordi Pujol y ahora Pasqual Maragall de la mano de Carod-Rovira y Artur Mas. Personajes de izquierdas y de derechas, nacionalistas declarados y gentes pragmáticas y lúcidas de todas las generaciones y tendencias. En todo este proceso ahora resucitado se han cometido muchos errores, aquí y allí. Quizás por eso el encaje definitivo de Catalunya en España se someta nuevamente a las trifulcas políticas que tienen más de partidarias que de patrióticas en el sentido más amplio del término.
Los dos estatutos que salieron de Catalunya, el de 1932 y el de 1979, efectuaron el viaje a Madrid para volver severamente lesionados por no decir desfigurados. El president Macià decía que "aquest Estatut, tot i no sent el que demanavem, ens dona forces". El Estatut del 30 de septiembre del 2005 no ha salido todavía pero ya se ve amenazado por los negros nubarrones de la pasión emocional, que no de la racionalidad política.
Que hay aspectos anticonstitucionales ya lo advirtió el Consell Consultiu. Y no todas las correcciones se han hecho de acuerdo a derecho, sino teniendo en cuenta la táctica política, legítima por supuesto, de los principales implicados en su redacción y aprobación.
Sospecho que la aprobación del viernes llegó después de que el presidente Zapatero diera su visto bueno en conversaciones y entrevistas con Maragall y Mas. Hay que reconocer que Artur Mas ha jugado las cartas con inteligencia. Hasta ahora por lo menos.
Cuantos retoques se produzcan en el Congreso de los Diputados serán cuchilladas que Mas y sus muchachos clavarán en la espalda de Maragall y muy especialmente en la de los socialistas catalanes que acabarán siendo los culpables de los retoques que en cualquier caso se habrían producido.
Habrá que mantener la cabeza fría y no dejarse llevar por el ruido nacional que cada vez será más grotesco. Pero las declaraciones de Carod-Rovira el mismo día en que se aprueba el Estatut diciendo que sólo se trata de un paso intermedio hacia la independencia de Catalunya, ciertamente no ayudan al entendimiento.
Sería un error histórico que Catalunya quisiera construir su futuro de espaldas a España. Y España no puede permitirse chocar frontalmente con Catalunya. No lo entenderían en Europa ni tampoco lo aceptaría la mayoría de los catalanes y los españoles. Lo que más me inquieta es la posible división de la sociedad catalana.

4 comentarios:

  1. Pues sí.
    Supongo que no está de más resaltar mi integración con España, una España plural que respeta todas las culturas que recoge.

    Siempre me he sentido orgullosa de poder decir que soy Española y Catalana, y me reconozco igualmente de una y otra parte, de una y otra cultura. No acabo de entender porqué algo que supone una riqueza suponga una excusa para abrir una guerra y ver quién es el mejor.
    Y como parte implicada también me preocupa la división de mi sociedad catalana.

    El futuro inmediato que parece asomarse habla de nuevas estructuras y eso a parte de preocuparme me da miedo. Mucho miedo. ¿Será el principio del fin?

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  2. http://www.ciutadansdecatalunya.com/

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  3. Las patrias entran en acción

    LLUÍS FOIX - 04/10/2005 - 22.32 horas - LA VANGUARDIA
    El miércoles llega a Madrid con toda solemnidad el texto del Estatut de Catalunya aprobado por casi el noventa por ciento de las fuerzas políticas parlamentarias catalanas. Lo entregará el president Ernest Benach al presidente Marín. No tiene que haber impedimento para que el Congreso lo admita a trámite y fije el calendario para su discusión.

    El texto llega como pretendía Maragall, es decir, con la idea de que el Congreso de los Diputados no podría rechazar una propuesta formalizada democráticamente por la gran mayoría de catalanes representados en el Parlament.

    Pero los primeros disparos contra el Estatut se produjeron en la misma tarde del viernes. Rajoy hablaba de la ruptura de la Constitución, Aznar se refería a un cambio de régimen y Acebes pedía formalmente la disolución de las Cortes. El PP ha ido hoy más lejos y ha convocado una movilización de sus militantes, se calculan en unos setecientos mil, para que expliquen por toda España la peligrosidad del Estatut.

    Son los primeros compases del pim pam pum nacional que durará muchos meses, se hará cansino y saldrán todas las irracionalidades y temores de la sociedad española y catalana. Catalunya será el gran tema de las próximas elecciones generales en España y, por supuesto, la suerte del Estatut formará parte principal de la campaña en las autonómicas catalanas.

    El Partido Popular acusará a Zapatero de catalanista y principal autor de la desmembración de España. Es un argumento electoral que vende y que puede cosechar muchos votos.

    Y como el texto estatutario sufrirá retoques severos, invocados también por sectores del partido socialista que no podrá dominar Zapatero, cada corte que se produzca será utilizado por Artur Mas y CiU, para acusar de españolista al PSOE y también a los socialistas catalanes. Los primeros bocinazos han empezado a escucharse hoy pidiendo todos la unidad de los que aprobaron unitariamente el texto pero que lo van a aprovechar en su propio beneficio.

    Se puede dar la paradoja, ironías tiene la historia, deque el PP acuse de nacionalista catalán a Zapatero, un partido que no tiene en su historia grandes gestos a favor de los nacionalismos periféricos, y que Artur Mas acuse de españolista a los socialistas catalanes que no han arrancado un texto decente de los socialistas españoles a pesar de haber sido un elemento de cohesión de la sociedad catalana en los últimos treinta años.

    Carod Rovira hará lo que más le convenga y estará con el tripartito para gobernar pero se puede unir a CiU para que el Estatut no se rebaje más de lo necesario. Carod tiende la mano a España pero advierte que es un gesto transitorio porque cuando pueda se irá. Se puede llegar a las elecciones catalanas con un Estatut desfigurado cuya responsabilidad habrá sido de los socialistas catalanes.

    Una conclusión apresurada, hipotética, es que al final del proceso el Partido Popular gane las elecciones en España porque Zapatero haya sido demasiado generoso con Catalunya y que CiU recupere el poder en Catalunya porque los socialistas catalanes no habrían estado a la altura para defender un texto que ha sido votado por casi el 90 por ciento del Parlament catalán.

    Al final del ciclo volveríamos a estar igual que en el año 2000. El nacionalismo español gobernando en toda España y el nacionalismo catalán desbancando a los socialistas en Catalunya. En este largo proceso las acciones de gobierno pasarían a ser secundarias y se habría salvado la patria. La española y la catalana. Si hubiera que rehacer viejos pactos se reharían. Todo en nombre de las patrias.

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  4. La sangre corre por todos los ríos, secos del manantial de la vida.
    El sufrimiento se extiende por todos los bosques, antaño verdes, recubiertos de una gelatinosa capa de muerte.
    Las olas de un mar furioso se levantan abatidas por vientos de amargura.
    Los condores gritan sonidos de una guerra demasiado cercana para escapar de ella.
    Los edificios ya se encrespan en sus cimientos ante el estallido de las bombas pétreas que han de dar fin al estado actual de las cosas.

    Y tiemblo, y lloro...

    ¿Una lucha por la libertad o una lucha por la tuzudería?
    En cualquiera de los casos, una lucha, y fallecimientos por una causa
    noble que quiso imponerse en un mundo disgregado, independiente y deshumanizado.

    Cierro este pensamiento de un sueño providencial con la incerteza de que en este siglo una guerra civil de este calibre no tendría ningún sentido. No obstante, me reservo el derecho de orar a Nuestro Señor Tripartito-catalán que cuide de nosotros, para variar en sus tareas domésticas diarias, y que no nos lleve a un fin sin vuelta.

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