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domingo, 23 de diciembre de 2007

El peso del alma

Patricia:
Entre pétalos de rosa busqué su amor, y encontré violencia en lo que antes era una flor.
Le entregué mi cuerpo, él compró mi juventud a cambio de partirme el alma en dos, dejé de esperar que el perfume de sudor no destilara odio el alcohol, que sus golpes no dolieran.
Dime por qué no he tenido alguien que cuidara de mí y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví.
José:
Ven, toma mi mano y duerme.
Yo soy la voz de la vida y de la muerte, un hola y un adiós, soñarás caricias sobre un lecho de clama y de luz y un perfume de tu alma con gotas de paz y de amor.
Deja de llorar, abrázame ya todo terminó, hoy la ternura peinará tu piel.
Sobre el arco iris hay alguien que te espera.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer.
Que el placer duerma en tu pecho y con besos sane tu ser.
Que la amargura eche a volar, te espera otra flor sígueme.
Despídete ya, se acaba el tiempo, ve a hacia la luz.
No tengas miedo él no volverá, la eterna angustia será su condena.
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer.
Patricia:
Dime por qué no he tenido alguien que cuidara de mi y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví.
A Dúo:
Deja que mime en tu boca los labios del amanecer, que el susurro del dolor se irá, y que arda en olvido el ayer.
Que el placer duerma en tu pecho y con besos sane tu ser.
Que la amargura eche a volar, te espera otra flor sígueme.
Te espera otra flor sígueme.
Te espera otra flor sígueme.
Te espera otra flor sígueme.


MAGO DE OZ