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miércoles, 14 de enero de 2009

Carta a un amigo

Sigo viva...

Son las 5:00 de la madrugada. No ha sido un buen día. Mi problema es que soy radicalmente exagerada con los sentimientos. Cuando estoy alegre, estoy desmesuradamente alegre; cuando estoy triste, estoy desmesuradamente triste.

En esos periodos de tristeza me da mucho por pensar en la muerte. Cuando era más pequeña pensaba que era inútil vivir; me sentía como un bicho raro en medio del océano social. De mayor, a veces simplemente me entran ganas de desaparecer del mundo, bajarme de este viaje que en ningún momento pedí hacer, parar el tiempo y reunirme de nuevo con mi padre; le echo de menos. Otras veces pienso en la muerte con una curiosidad (in)sana. Muchas otras veces me pregunto qué habría sido
de la gente que hoy me conoce sin mi existencia... otras tantas me pregunto para qué sirve vivir. Y en todas sigo manteniendo esa sensación de no pertenecer a este momento. Al final la gente me aburre; todos son tremendamente egoístas, superficiales, banales. Me fastidia la capacidad de algunos para prometer, decir, y luego... ¡¡qué te voy a contar que tú no sepas!! Echo de menos la gente sensible como tú, capaz de sentir a través de un blog, de conectar con la otra persona sea cual sea el medio. No me gusta el mundo en el que vivo. Pero me gusta vivir.

Sueño algún día con formar parte de alguna revolución de los sentimientos. Gente como tú me da esperanzas de que todo pueda ser diferente mañana. Cada vez que me sumerjo en una de estas crisis renazco. Siempre será así, no temas. Me gusta tocar fondo para darme impulso hacia arriba, como en la piscina. Te puedes estar ahogando pero sabes que la vía más rápida es seguir sumergiéndote hasta que los pies tocan suelo; pliegas rodillas y ¡zas! Sales disparado hacia arriba, llegas a la superficie y coges todo el aire que te rodea... Entonces eres más feliz. En ese preciso instante es cuando recuerdo que yo también soy banal, superficial y egoísta la mayor parte del tiempo...

3 comentarios:

  1. Te entiendo. A mi también me pasan esos altibajos que comentas, pero no me gustan. Cuando me siento eufórico todo es increible pero las caidas.....aaaaaaaayy!!.
    Lo mejor que tienes eres tu misma. No hay nadie como tu. Tu forma de ser y tu sensibilidad es única. Debes siempre recordar eso y cuidarlo mucho. Personas como tu o como yo que tenemos tanto corazón, somos muy sensibles tanto hacia el resto de la gente como hacia nosotros mismos. Somos frágiles. Podemos hacernos daño con facilidad por eso hay que tener pensamientos fuertes y positivos, pero esto es una elección que es difícil a veces de asumir.

    Bueno espero que estas palabras te hayan gustado y que por favor haya puesto bien las comas de una vez!

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  2. los que hemos vivido muertes cercanas de personas a quien desgraciadamente no les tocaba hacerlo, tenemos ese paso final muy presente, pero el pensar que queda mucho por hacer y que aquellos que no están y los que sí están y nos quieren tienen derecho a compartir con nosotros nos ha de hacer continuar...

    Gracias por hacerme sentir... y, no te equivoques, el disfrutar de las cosas y reírse en momentos en los que hay que hacerlo no es signo de frivolidad o superficialidad sino de conocer la profundidad de la vida y la necesidad de disfrutarla.

    Un beso

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  3. En relación a tu post, he encontrado una frase que tiene mucha relación:

    "Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros". - Miguel De Unamuno.

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